23 de febrero de 2010

El valor de lo casi-imperceptible.


Cuando le conté a mi papá que me hice un blog, lo primero que dijo fue "espero que le sirva de algo al mundo", o una frase por el estilo. Quizás es su particular modo de motivarme a seguir adelante con esta loca idea. O al menos, eso espero.


Y la verdad, la mayoría de la gente aspira a hacer algo que contribuya al mundo, pero creen que para ello es necesario hacer siempre grandes actos, o dar grandes ideas, o crear grandes proyectos, o hacer grandes inventos, o qué sé yo. Puede ser que justo por eso, por el peso de soñar tan en grande, finalmente muchos terminan haciendo nada. O al menos, creyendo que no lo hicieron.

Para mí, en cambio, la vida funciona diferente. Mi peculiar visión de las cosas no implica necesariamente aquellos actos de grandeza que aludí en el párrafo anterior. Creo firmemente que son los pequeños detalles, esos casi involuntarios e imperceptibles detalles, los que inconscientemente pueden cambiar el mundo. En ocasiones basta una conversación sin mucho sentido, para que afloren mágicas ideas en la cabeza de las personas. Basta una diminuta motivación para dar a conocer esa idea. Basta que el receptor de la información procese, comprenda y comparta (o discuta, ambos sirven) la idea en cuestión, para que poco a poco se intercambien opiniones respecto a cualquier cosa. Es decir, una retroalimentación. O acaso usted, señor lector, nunca ha hecho propia una frase que nació producto de una conversación con otra persona? O una frase que escuchó de otra persona?

Se preguntará, quizás, a donde voy con todo esto. No pierda la calma, este es mi blog y tengo todo el derecho a irme por las ramas tanto como considere necesario.

Pues bien, voy a que, a mi modo de ver las cosas, la vida misma se basa en un constante intercambio de información. De ese modo, basta sencillamente que nuestro interlocutor emita un comentario que nos parezca coherente y/o interesante, para que se haga un “click” en nuestras cabecitas. Y con ello, nos genere inmediatamente una nueva visión del mundo.


Hace un par de meses atrás (y con esto explico lo que vengo diciendo), le comenté a alguien que quiero mucho que “No sé de donde apareció gente tan mala en mi población. Y me tienen hastiada, porque causan daños o molestias a los demás sin mediar provocación alguna (…)” y ese alguien me respondió con un simple “pero la gente mala es necesaria en el mundo, porque si no existieran personas malas, no valoraríamos a la gente buena que nos rodea (…)”. La verdad, no recuerdo haber visto las cosas desde esa perspectiva, y me pareció tan, tan apropiado el comentario, que en cierto modo modificó mi visión de las cosas, y con ello, cambió una parte de mi mundo. Cuento ya tres ocasiones en que, en diferentes contextos, he recurrido a esa misma frase con otras personas, quienes me han hecho saber que aquellas palabritas generaron también un cambio en ellas. (Aclaro que la importancia de la frase en cuestión adquiere relevancia por el valor no-tan-literal del mensaje).

Así, sumando, llego a la conclusión que ese pequeño detalle, al re-transmitirse, al pasar de boca en boca y ser recibido como un mensaje significativo, va cambiando la visión de diferentes personas. Y de paso crea una reacción en cadena al transformar una pequeña parte de cada mundo individual al que llega.

En ocasiones una palabra de aliento, o una palabra de afecto, o una disculpa, o una palabra de comprensión, o incluso un leve gesto, puede cambiar la forma de ver la vida de alguna persona.


¡Abrámosle paso a las pequeñeces, ellas al sumarse pueden crear algo grande también!

7 comentarios:

  1. Nunca habia pensado eso... gracias Pali por cambiar tambien un trocito de mi mundo!!!

    Sigue escribiendo cosas asi, me pareces inspiradora pequeña mujer

    Saludos desde Antofa!!!

    Atte. Damián Böhme Ruiz

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  2. comparto la visión de tu persona querida...pero igual me cae mal que la gente mala asalte y haga temer a la gente buena....
    tal vez si la gente buena fuera mucho mas que la mala no se notaría tanto la lacra humana, o será que estos medios de comunicación nos tienen la psiquis pal taco?...

    ahhh no se...xD

    es muy tarde para empezar mis cuestionamientos racionalescríticos =P

    y siguiendo por las pequeñeces...

    que vivan los detalles!!!!
    que vivan las cositas pequeñas!!!

    los niños, las chinitas, las flores, los atardeceres, amaneceres, la luna, las estrellas, la caballerosidad, la amabilidad, la gentileza y la fortaleza....

    que vivan todos esos pequeños gestos que nos hacen ser aún más humanos y que crean en nosotros pensamientos y ideas constructivos, formadores de un mundo mejor....

    de los pequeños detalles, salen las grandes personas....

    te kierouu Paliwi lindiwi ^^

    amé tu Blog...el mio es un recien nacido, y estará mas enchulado;)

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  3. Gracias a ti también Daniel por lo de inspiradora! :D

    Y aww Patty, el mundo blog también nos junta!
    (y tu blog ya se volverá todo un bacanoso estiloso y atraerá muuuchos fans!)

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  5. Mira compañera donde venimos a encontrarnos, pero quien somos para cuestionar las vueltas de la vida :) Me alegró saber que compartimos la admiración por ese hombre que, como tú dijiste, tiene la palabra precisa para cada momento.
    Mil cariños y por supuesto, nos leemos.

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  6. Oye chiquita agregame a msn para que sigamos hablando de la vida y del mundo: damn_bohme@hotmail.com

    Un beso, Damian Böhme Ruiz, Antofagasta.

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  7. La verdad es que llegué a tu blog nada más que por un simple mal movimiento de mi mouse, movimiento que me agradó bastante cometer... Comparto tu opinión de la valoración de las pequeñas cosas, y estoy más que seguro que es cierto que funcionan para cambiar nuestro mundo y ahora que te leo, me he convencido mas, el efecto en cadena que mencionas acaba de ser perceptible para mi, a alguien e escuchado decir la frase que mencionas; “pero la gente mala es necesaria en el mundo, porque si no existieran personas malas, no valoraríamos a la gente buena que nos rodea (…)” lo que demuestra el gran alcance de la "cadena" , o lo parecido que podemos pensar, es impresionante saber que la el pensamiento colectivo también tiene un primer ladrillo.

    Saludos, y no estás sola en la tarea del cambio del mundo, todos lo buscan, por diferentes camino, unos buenos y otros no tanto.

    Espero leerte nuevamente...

    Felipe Acuña

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