29 de noviembre de 2011

Engranajes rotos.

Hay veces que la vida nos obliga a trabajar en equipo para que determinadas cosas funcionen. No conozco en realidad a muchas personas con dificultades para ello. Mucho menos debería haberlas en mi carrera, una ligada tanto a la vocación como al compromiso y a la necesidad de las funciones conjuntas para que la máquina - en este caso el proceso educativo- avance como corresponde. Es por eso que no entiendo ese maldito afán de hacer todo "a tontas y a locas", como dice mi abuelita. Esa falta de disciplina para todo, me colapsa. Me da rabia, porque impiden cumplir objetivos, pero me da más pena, porque muestra una cara de las personas - incluso de aquellas que no esperas que te fallen- que no puedo hacer a un lado ni para el presente ni para el futuro. Y sin embargo, sobre todo cuando de las futuras profesionales de la educación se trata, me genera una ofuscación tremenda; unas ganas de no permitir que se titulen porque quien sabe a cuantos niños van a formar con mediocridad... unas ganas de decirles que se vayan a la cresta, que aprendan a separar realidad de ficción, que los infantilismos son contraproducentes, que con "cariño" no basta, y que las repercusiones traspasan la frontera de lo personal y cotidiano.

Al final, la ecuación es simple: En el ámbito donde se requiere de mayor nivel de vocación y habilidad, de una escalera moral tremendamente alta, y de una capacidad para proyectarse sin caer en falsas espectativas, abundan futuros docentes que carecen de todo lo ya dicho. Ellos, los que en definitiva no tienen dedos pa'l piano, van a seguir profundizando ese tremendo hoyo
social.

Y entonces pienso: Cuando un engranaje falla, hay que pensar hacia adelante. Si la falla no se arregla, entonces caduca. Parece que las personas imprescindibles existen; lástima que cada día sean más escasas.-

7 de septiembre de 2011

Comparaciones...

"La revolución es como una vaca que está a punto de parir: Si no la asistimos de seguida, se perderá la vaca, se perderá el becerro y los chicos se quedarán sin leche" Tierra y Libertad

2 de julio de 2011

Caminar...

Caminar: Desplazarse desde un punto A a un punto B. Simple.

Ahora, caminar por caminar, tiene cero sentido. Pero cuando el trasfondo es un objetivo fijo, y más aun si es importante, relevante, significativo, entonces siempre pueden ser más kilómetros de caminata. Porque tanto esfuerzo está cargado de simbolismo: Se trata de un sacrificio físico que demuestra la convicción que existe para lograr determinada meta.

Por eso caminamos por cerca de 5 horas desde Coronel a Concepción, porque como comuna dormitorio de la capital provincial y regional, teníamos que hacer fuerzas donde 'las papas queman'. Pero para revivir grandes luchas, como la que alguna vez dieron los mineros del carbón, la mística estaba en llegar a pie, con todas las complicaciones que eso significaba, y sabiendo que muchos abdicarían en el camino. Es por ello que cerca de cien personas que nunca dejaron el grupo es un logro tremendo, que demuestra por sobre todo un compromiso profundo con un real cambio en la Educación y el rechazo al sistema económico y social que la ampara.

Ni pacos por montón ni policastros que intentan a toda costa colgarse de un movimiento que nació del seno del pueblo descontento nos harán decaer; tampoco caminatas eternas y desgastantes disminuirán la moral de los que luchan con el alma por el futuro de nuestros hijos e hijas, por una sociedad realmente más justa, libre y que garantice igualdad de oportunidades, por una educación de calidad y por el poder popular por sobre los intereses de unos pocos codiciosos que siguen intentando desesperadamente aferrarse a los beneficios que tienen a costillas de la sangre y sudor de un pueblo que por fin decidió decir BASTA.

23 de mayo de 2011

Resumiendo.

En pocas palabras, para hacerle honor al título de esta entrada, volvieron los choques neuronales. Entre ellas -neurona con neurona- y entre ellas y los glóbulos rojos de la sangre que llega al corazón (ubicado en el mediastino y levemente direccionado hacia la gloriosa Izquierda). Racionalidad versus emocionalidad, el dilema de siempre. Mi tozudez quiere equilibrio; pero mente y corazón quieren imponerse... entonces:
Si no arriesgo, no cruzo el río.

Segundas oportunidades, pa' allá vamos.-

1 de mayo de 2011

SOY...

Soy la de las pecas en las mejillas
y el lunar sobre la boca.
La de las ojeras permanentes por falta de sueño adrede.

Soy la de las trenzas largas,
las uñas cortas,
la que odia cortarse el pelo y el maquillaje.

Soy la que baila
sin que importe tiempo ni lugar,
la que deja que la libre expresión fluya y traspase a los demás.

Soy la que canta mal,
que actúa peor,
pero que sin importar lo que pase, no deja de hablar.

Soy la que vive en las nubes
y sueña también con ellas,
que quiere un mundo diferente, sin frustraciones ni cadenas.

Soy la que trabaja,
que piensa, crea, redacta y pone en marcha.
Que se bifurca en dos, cinco, diez y veinte faenas simultáneas.

Soy la dispersa, la extraña.
La que nunca divide bien sus tiempos, ni prioriza lo suficiente,
porque su necesidad de improvisación lleva a dejar que la vida decida, y organice a su modo.

Soy la que quiere,
pero a su manera peculiar;
la que ya sufrió suficiente como para volver a sobre-entregar.

Soy la que se proyecta en grande,
con convicciones fuertes y metas difíciles,
la que no duda de si misma ni de sus ideales.

Soy la terca,
a veces orgullosa y quizás odiosa-
La que compensa esas características con sonrisas sinceras y suave carácter.

Soy la torpeza en persona,
la excesividad de optimismo,
la que se cae de precipicios pero se levanta y vuelve a intentar.

Soy la que guarda un legado
uno complejo de explicar y entender.
La que no sabe cómo, pero hará renacer lo que con una muerte fue frenado.

Soy la que ha cambiado
para bien o para mal, juzgue usted...
Soy lo que la vida hizo conmigo, pero creo que no fue tan malo.-

20 de abril de 2011

Blasfemias.

Ya ni siquiera recuerdo cómo o por qué terminé analizando tonteras respecto a Semana Santa. Siendo super honesta y a modo personal, lo más relevante de este fin de semana largo es que voy a buscar los huevos de chocolate que le escondan a los cabros chicos de mi familia, y quizás me quede con uno que otro como trofeo. Fuera de eso, el tema del momento es... que la carne está prohibida. Suerte que no me afecta porque no tengo gustos muy carnívoros a decir verdad. Y así, llegamos a la pregunta del millón: ¿porqué no se puede comer carne en Semana Santa?
Como la Biblia está lejos de ser mi libro de cabecera, y como nunca pesqué las clases de Religión ni de Doctrina Social de la Iglesia en el colegio, voy a arriesgarme con una teoría menos ortodoxa, pero no menos probable -considerando que esto de Jesús y sus cuentos es el primer Best Seller de la historia-: Yo creo que "Yisuscraist" era vegano. Eso explica su pinta de hippie con el pelo largo al viento, chalas y discurso peace & love. Y como todo fanático pro animal, usó la fecha en que se lo pitearon para difundir su campaña. Así se justifica también el porqué de la buena facha que le asignan en los libros de las Paulinas y en películas como Jesús de Nazareth. Ahora, si resulta que el Jesús de la pomá que nos venden es calvo -como lo pintó Dalí-, vamos a tener que asumir que se le cayó el pelo por falta de proteínas; es decir, culpemos a su veganismo también. Fin de mi teoría. No se aceptan críticas; si no le parece, arme su teoría propia.

¡Felices Pascuas a todos y todas! A los ilusos que le creen a la Iglesia, a los pechoños, a los malos católicos, a los que van a santificar estos días con un carrete, a los blasfemos, y a los niñitos y niñitas que se llenarán de caries gracias a los benditos huevos de chocolate (lejos el mejor regalo que Dios nos ha enviado). Amén.-

16 de abril de 2011

Situacional...

Mi salud en sí misma es todo un tema. Sin embargo, esta vez ni siquiera mi alto umbral de dolor resistió al bicho de gripe mutante que me contagié de mis pequeñines del centro donde hago pasantías. La verdad es que me hice la valiente, como siempre... pero esta vez el tiro salió por la culata, porque mi intento de aguantar la jornada completa de clases llevó a que las profes, los niños y los apoderados me vieran en condiciones paupérrimas. Siento que el último rato sólo di lástima, y puta que es desagradable esa sensación.
Ahora, creo que es peor cuando el malestar físico viene acompañado de malestar emocional. Nunca antes me había visto enfrentada a no tener a nadie que pudiera cuidar de mí. Hace tiempo que no estaba tan enferma como ayer, además. Y entre el dolor del cuerpo y el del corazón, me demoré como 10 minutos en abrir la puerta -porque me tiritaban los dedos, que estaban morados-. Esa maldita necesidad de dependencia, de requerir con urgencia a alguien que pueda ayudarte, pero no tener a ninguno de esos "alguien" lo suficientemente cerca, se manifestó en lágrimas. Y aumentó cuando intenté subir la escalera sin resultados. Sólo dejé de llorar cuando noté que iba a tener que sacar fuerzas de lugares inexistentes para algo que con frecuencia hago prácticamente por inercia. Lo logré, pero las lágrimas volvieron cuando me metí a la cama de mi mamá -el mismo lugar donde murió mi papá- y se me vinieron a la cabeza muchos recuerdos de los últimos momentos; volví el tiempo a los minutos más tristes y difíciles de mis diecinueve años, y me puse por primera vez, por completo, en el lugar de mi papi; nunca antes lo había vivido, por lo que la empatía era sólo basada en imaginación. Pero ayer fue distinto, estuve en el lugar donde él estuvo, sintiendo una mísera parte del dolor que él debe haber sentido, y fue horroroso vivir aquello. Lejos de quitarle dolor a mi corazón, lo empeoré y pasé todo el resto del día con fiebre, dolor de espalda y tórax, escalofríos y esperando un abrazo de mi mamá. Y muerta de hambre hasta cerca de medianoche porque cuando estás tan destruida en lo último que piensas es en comer. Sólo estás tú, la cama, y un silencio tan desagradable e interminable que serías capaz de vender tu alma al diablo si con ello consiguieras a alguien que acaricie tu frente esperando que se vayan las molestias.

Ya pasó gran parte del dolor físico... ¿y qué pasó con el emocional? Nada; sólo sigue ahí, como siempre. Pero ya llegará el día en que esas lágrimas con exceso de sal decanten en el mar... y yo vuelva a ser la de antes en cuanto al modo de relacionarme con los demás.

1 de abril de 2011

Reflexionemos.

Ya, empecemos... después de dos semanas de arduo trabajo, de muchas actividades y poco descanso, vimos como la cosecha rindió sus frutos -aunque específicamente lo que a mí concernía no logró tanto-. Es bonito, bien bonito a decir verdad, darse cuenta que el trabajo en equipo da tan buenos resultados si todos los que vamos arriba de la canoa remamos hacia el mismo lado. Miro para adelante, y creo que me gustaría tal nivel de unidad en donde sea que me encuentre, cada vez que luche por sacar a la luz un proyecto noble. Quiero que el día que tenga mi propia escuela experimental inclusiva, artística y popular, mis compañeros de labor sean un engranaje bien armado. Porque de verdad quiero que esa sea mi huella en este mundo; un cambio profundo en la forma de educar, que inicie en la utopía y que sea un ejemplo digno de imitar y mejorar... y me pongo monotemática, para variar. No puedo evitarlo, ese sueño hace que mi vida tome un curso, y todo eso sobre los que me conocen ya están aburridos de escuchar.
Pero no fue lo único que aprendí esta semana. Las tutorías de taller y ciertos cambios emocionales me llevan a un nivel altísimo de autocrítica, y llega el punto en que cuestiono desde lo que pienso hasta lo que no. Me dan esas semi-pataletas de divergencia entre lo que debo cambiar de mí y el no querer cambiarlo porque si lo cambio dejo de ser yo misma. Quizás sea porque las pifias de Pali son demasiado notorias y eliminarlas significa eliminar parte de la escencia de Pali. ¿Tendrá sentido hablar en tercera persona? Da igual, el punto es que soy lo que soy, con lo bueno y lo malo; a veces más de lo último. Hay actitudes, ideas vagas y cosas pequeñas que puedo mejorar, pero lo desequilibrada no puedo cambiarlo porque no quiero; ídem lo obsesiva. Ser semi-dispersa es primordial, y si algún día dejo de pensar tanto más de lo que puedo expresar con palabras (que usualmente en esas ocasiones bordean lo torpe), simplemente me voy a negro, porque no puedo vivir una realidad que no me pertenece. En conclusión, la imperfección es lo mío, así me siento cómoda, en la hiperactividad e idealización de la realidad que determinan mi mundo.




21 de marzo de 2011

Esta va para vos, que te achacas...

Por vías menos públicas que ésta, creo que no pude haberlo explicado mejor. Pero resumiendo, y para que nunca se te olvide (y si se te olvida algún día, ya sabes que siempre puedes volver acá, re-leer y recordar), es de lo que se trata la vida: crear, cursar, comprender y decantar momentos. Así se crece, creo yo. Si ya no te mató, al menos te hizo más fuerte.
La nostalgia es buena, cuando la tristeza se convierte en tranquilidad para el alma. El tiempo pasa, nos haremos viejos, y lo mínimo que queda es la conformidad de haberlo intentado.


Increíble que blogspot sirva también para plasmar momentos, ¿no te parece?

17 de marzo de 2011

Temporalidad y Temperamentalidad.

Es harto cruel la vida. El tiempo manipula a su antojo; a veces pareciera detenerse y alargar agonías a destajo, mientras en otras ocasiones pasa como un cohete encendido y no alcanzamos a notarlo.
Hoy se cumplieron ciento veinte días. Cuatro meses sin ver a mi papá, pero pareciera que han pasado cuatro años. Las dudas, los misterios sin resolver, las explicaciones que nunca llegaron, ya son pan de cada tortuoso día. Me repito todas las noches que es hora de perdonar, comprender lo incomprensible y sonreír. La pena no se va, sólo tengo que aprender a vivir con ella y algún día seré capaz de transformarla en fuerza para resurgir como un fénix -o eso espero-. Por mientras, sigo en cenizas que se mezclan con el polvo, esperando que un milagro o lo que sea que se le asemeje llegue con una escoba y una pala en mano a juntar lo que solía ser una Pali.
Por mientras, la lucha sigue, y vamos pa' adelante nomás. ¿Sin mirar atrás? Imposible, lo que fui, lo que hicieron de mí y lo que soy determinan en cierto grado lo que me depara el futuro.



¡Pero cómo te extraño, Chicho!

5 de marzo de 2011

Planear pa' volar.-

Se me ocurrió hace unos días cambiar mi plan de vida. Más bien, pensé que sería de mí si dejo la Universidad -no se asusten que no creo que pase-...
Y esta cabeza loca, me llevó a suponer que eventualmente, podría vivir de bailar. Me gustan los aplausos, me gusta ver la cara del público, me gusta el espectáculo, me gustan las sensaciones que se consiguen bailando, viendo bailar, transmitiendo emociones... ¡ah! Entonces, me transporté a un futuro en el que me dedico a bailar. A enseñar cueca y pascuense, y cobrar por ello. Una vez que haya juntado dinero, lo invertiré en tomar clases de salsa, tango, flamenco, árabe, y cuanta danza se me ocurra aprender. Así, luego podría dictar muchos cursos de todos los bailes que sabré. Quizás hasta junte plata suficiente para arrendar algún local y crear una academia de baile propia. Pero eso es muy "lucro", a mi parecer.
Que penca que para vivir se necesiten billetes; yo viviría feliz de aplausos y sonrisas, mas prefiero morir de vieja -o no tanto; quizás me mate antes un accidente o alguna enfermedad sin cura- a morir de hambre... y con alimentar el alma, lamentablemente, no basta.

24 de febrero de 2011

Sensibilidad.

Me afectas al punto de provocarme bloqueos mentales momentáneos.
Me agradaban más los viejos tiempos, aquellos de los eternos debates.
Me tienes mal, y parece que vamos en decadencia con esto.
Saber más, saber menos, no saber. Entender poco, entender nada.
Acá todo se vuelve nada. En eso quizás reside el problema de base.
Y la laguna que baña mis constantes dudas, miedos y agobios, se hace cada vez más grande y pantanosa.
Se trata de inseguridad, de no saber cómo ni hacia donde dar el próximo paso que evite el ya cercano estancamiento.
¿Por qué tuvo que ser así?
Y en el preciso momento en que me hago esa pregunta, llega el amurramiento nuevamente...

7 de febrero de 2011

Aquínodicenada.

Decir mucho en poco, textos interminables en vano pues están llenos de...vacío. Cortos silencios que se hacen eternamente largos, y largos momentos que se hacen cortos. Fantasías que se vuelven concretas, y realidad que supera la fantasía. Pasión. Pasión de sobra. Pasión que baña un idealismo, o sólo moverse con pasión. Defender, cuidar, proteger, aconsejar. Aleonar o morir por ellos, todo suma, y suma y sigue. Por y para ellos, para cuando lo quieran tomar -y emplear-. Si se comprende, se convierte en invaluable. Instruir y enseñar. Discutir. Formar. Volvemos a la pasión, la que nace a partir de una buena idea-bien encaminada. La carga subjetiva, el peso de lo concreto y la importancia de lo emocional. ¿Circunstancias? Crea las tuyas, yo ya creé las mías.


(Probablemente nadie entienda nada de esto. No importa, no era el propósito esta vez.)

3 de febrero de 2011

Irrelevancias

Me gusta comer el manjar con cuchara y la leche en polvo del mismo modo.
Vuelo cada vez que escucho Prepárame la cena, de Calle 13.
Tengo al menos 3 buenas ideas para mi tesis de pregrado.
Acostumbro llevar moretones, es como mi no-moda inherente.
Me intriga saber si puedo encontrar un mapa ultra secreto uniendo mis lunares.
Nueve de cada diez cosas que pienso, son sueños.
Disfruto viendo cuando los planes malévolos de las personas malévolas salen mal.
Mis gustos son extremadamente amplios... y no voy a aclarar lo que eso significa.
Siempre he creído que me voy a morir joven.
Cada vez que escucho o veo una injusticia, mueren cinco Palineuronas. Pregúntese usted como sigo viva...
Suelen pasarme cosas extrañas y poco comunes, y me agrada un tanto.
En mi cabeza hay canciones sonando continuamente.
Mis ojos lloran con frecuencia a causa del sol.
No me gustan las flores.
Sólo moriré tranquila si consigo armar una escuela inclusiva.
Hablo hasta dormida, soy medio sonámbula y a veces duermo con los ojos semiabiertos.
Por temporadas, soy un imán de mala suerte.
Tengo antecedentes genéticos de cáncer, diabetes, lupus, alzheimer, y un par de enfermedades desconocidas de alta complejidad.
No me interesa el matrimonio, pero no puedo asegurar que sea así toda mi vida.
Prefiero adoptar un hijo/a que tener uno propio.
Encuentro belleza en todas partes.
Dicen que tengo cara de conejogatohurónmapacheratón. Yo creo que es sólo un poco cierto.
No tengo mascotas porque demostré que no soy capaz de cuidar ni siquiera de mí misma.
Mis manos son pequeñas, mis pies son pequeños, mis pechugas son -muy- pequeñas, mi cintura es pequeña... y mi nombre significa "pequeña" en latín. Mala onda.
Quiero plantar un sauce y un canelo en mi patio.
Soy lenta. Muy lenta. Mi lentitud estresa a la gente.
Con frecuencia doy muchas vueltas antes de llegar a un lugar; es inercia, simplemente.
Me gusta hacer clownning porque me transporto de ese modo a un universo paralelo.
El sol me tiene mala; ataca sin piedad mi piel todos los veranos.
Soy obsesivo-compulsiva con los buenos libros de suspenso.
Tengo un nivel de autoexigencia que asombra a mi familia, no sé porqué.
Cuando estoy muy concentrada, me como las uñas. Todos lo dicen, pero yo nunca me he percatado, lo que me lleva a creer que es totalmente cierto.
Mi mente es un cúmulo de teorías totalmente carentes de importancia.
Últimamente, no encuentro nada más entretenido que ver dormir a mi mamá.
Todo lo que me falta de fuerza física creo tenerlo de fortaleza mental.
Me quiero mucho.
Creo que no podría vivir sin chocolates.
Dicen que soy, físicamente, la fiel copia de mi mamá a los veinte.
También dicen que soy una versión femenina del carácter de mi papá.
El tango me estremece; escucharlo, bailarlo -o ver a otros bailar-, cantarlo, meditarlo...
Tengo el cabello de un color indefinido, que es el mismo de mis ojos.
Soy zurda, pero tengo derechos. Ja. (Y me gusta ser minoría).
Tengo facilidad para expresarme por escrito, pero a veces al hablar se me traban las palabras porque mi mente procesa más ideas de las que mi lengua es capaz de transmitir.
Mis ocurrencias más brillantes siempre aparecen en los momentos menos adecuados.
Le sonrío a la luna llena sin razón alguna.
Cuando necesito sentirme mejor, voy a caminar por la playa o a sentarme en los pastos del Parque J.A.
Me gusta arrugar la nariz y estirar la boca.
Siempre tengo ganas de gritarle a las personas que se quejan por todo y no buscan soluciones.
Me derrite el inglés con acento británico.
No le temo al fracaso, le temo a no ser capaz de superarlo.
En ocasiones hago míos los problemas ajenos y me complico la existencia innecesariamente.
Siempre he sido el centro de atención tanto en mi familia paterna como en la materna. Como crecí siendo una especie de niña ejemplar, tuve poco entrenamiento en lidiar con situaciones conflictivas.
Tengo mis pifias tan asumidas como mis virtudes. Y sin esas varias-muchas imperfecciones, simplemente no sería yo.

1 de febrero de 2011

PresentePasadoFuturo.

Y así, noté que soy completamente capaz de perdonar. Pero mientras no sea capaz de comprender, las heridas no van a cerrar ni sanar. Más que los hechos, son las preguntas carentes de respuestas las que punzan el alma.
También me pregunto si se podrá avanzar -de verdad- con una mochila tan pesada...

7 de enero de 2011

6 de enero de 2011

Camino con la cabeza, sueño con los pies.

Cuando extrañar empieza a doler...

... notas entonces, que te saltaste procesos y vas a tener que retroceder para quemar las etapas inconclusas. Y afloran esas sensaciones abrumadoras que acompañan a la soledad. Pero más que la soledad, lo molesto es la inseguridad. Porque la falta de decisión, de acción, y de pensamiento incluso, empiezan a pasarte la cuenta -a nivel interno, creo-. Te llenas de dudas existenciales, te molesta no tener nada que hacer, y cuando haces algo, te sientes insatisfecha. Y peor aun, te amurra saber que los demás pueden reír y tú no. No puedes, pero porque no te nace, pues hasta las sonrisas saben a falsedad.