21 de marzo de 2011

Esta va para vos, que te achacas...

Por vías menos públicas que ésta, creo que no pude haberlo explicado mejor. Pero resumiendo, y para que nunca se te olvide (y si se te olvida algún día, ya sabes que siempre puedes volver acá, re-leer y recordar), es de lo que se trata la vida: crear, cursar, comprender y decantar momentos. Así se crece, creo yo. Si ya no te mató, al menos te hizo más fuerte.
La nostalgia es buena, cuando la tristeza se convierte en tranquilidad para el alma. El tiempo pasa, nos haremos viejos, y lo mínimo que queda es la conformidad de haberlo intentado.


Increíble que blogspot sirva también para plasmar momentos, ¿no te parece?

17 de marzo de 2011

Temporalidad y Temperamentalidad.

Es harto cruel la vida. El tiempo manipula a su antojo; a veces pareciera detenerse y alargar agonías a destajo, mientras en otras ocasiones pasa como un cohete encendido y no alcanzamos a notarlo.
Hoy se cumplieron ciento veinte días. Cuatro meses sin ver a mi papá, pero pareciera que han pasado cuatro años. Las dudas, los misterios sin resolver, las explicaciones que nunca llegaron, ya son pan de cada tortuoso día. Me repito todas las noches que es hora de perdonar, comprender lo incomprensible y sonreír. La pena no se va, sólo tengo que aprender a vivir con ella y algún día seré capaz de transformarla en fuerza para resurgir como un fénix -o eso espero-. Por mientras, sigo en cenizas que se mezclan con el polvo, esperando que un milagro o lo que sea que se le asemeje llegue con una escoba y una pala en mano a juntar lo que solía ser una Pali.
Por mientras, la lucha sigue, y vamos pa' adelante nomás. ¿Sin mirar atrás? Imposible, lo que fui, lo que hicieron de mí y lo que soy determinan en cierto grado lo que me depara el futuro.



¡Pero cómo te extraño, Chicho!

5 de marzo de 2011

Planear pa' volar.-

Se me ocurrió hace unos días cambiar mi plan de vida. Más bien, pensé que sería de mí si dejo la Universidad -no se asusten que no creo que pase-...
Y esta cabeza loca, me llevó a suponer que eventualmente, podría vivir de bailar. Me gustan los aplausos, me gusta ver la cara del público, me gusta el espectáculo, me gustan las sensaciones que se consiguen bailando, viendo bailar, transmitiendo emociones... ¡ah! Entonces, me transporté a un futuro en el que me dedico a bailar. A enseñar cueca y pascuense, y cobrar por ello. Una vez que haya juntado dinero, lo invertiré en tomar clases de salsa, tango, flamenco, árabe, y cuanta danza se me ocurra aprender. Así, luego podría dictar muchos cursos de todos los bailes que sabré. Quizás hasta junte plata suficiente para arrendar algún local y crear una academia de baile propia. Pero eso es muy "lucro", a mi parecer.
Que penca que para vivir se necesiten billetes; yo viviría feliz de aplausos y sonrisas, mas prefiero morir de vieja -o no tanto; quizás me mate antes un accidente o alguna enfermedad sin cura- a morir de hambre... y con alimentar el alma, lamentablemente, no basta.