En conclusión, hoy pienso que hay situaciones que requieren valentía: Levantarse después de caer, perdonar, solucionar, confiar. Sin embargo, nada es más valiente que soñar.
Para mi soñar es vivir en la incertidumbre, confiando en que todo va a estar bien. Soñar es poder volar sin miedo a caer. Soñar es desear la felicidad; y para que el deseo se haga real, se requiere que seamos valientes: que tomemos la oportunidad y volemos portándola.
Hoy alguien dijo: "si de verdad quieres algo -o a alguien-, debes dejarlo ir... es hora de ser valiente". Pero me pregunto ¿es valiente esperar la derrota? ¿de verdad es más valiente quien se asume perdedor que quien apuesta a la victoria?
También me hablaron de lo correcto y de lo incorrecto hoy. De lo que es sano y de lo que no. Yo creo que eso es pura metafísica, porque puede que lo correcto sea dañino, y con eso se volvería incorrecto. Asimismo, lo sano puede ser incorrecto; entonces se convierte en lo opuesto.
Lo correcto se relaciona con el ser consecuente; y el ser consecuente se contradice con la vida misma.
Sumando y sacando cuentas, al final todo lleva a la clásica disputa cerebro v/s corazón, o dicho de otra forma, razón versus emoción.
Todo el mundo sigue la misma lógica:
*razón = hacer lo correcto = velar por lo sano,
y por ende:
*emoción = hacer lo incorrecto (o equivocarse; aunque para mí es más bien tomar el riesgo) = hacerse daño o sufrir.
Yo creo que el cerebro es demasiado cuadrado, es mucha estructura y poca improvisación. Atinado, pero infeliz porque no aprende nunca de la experiencia (pues carece de ella). Me siento todo lo contrario, o al menos aspiro a ello.
"Tu corazón es fuerte, ten el valor de hacerle caso", es lo que piensa mi mamá. Estoy segura que es, por lejos, lo más racional, sano y correcto que puedo hacer por mi misma. (¿Aunque sepa que voy a la derrota? Sí, aunque eso lo tenga más que claro, porque no quiero dejar de apostarle a la victoria; eso sería traicionarme sola.)
Hora de decir todo lo que tengo para decir.-