10 de mayo de 2012

Despegar.

Los doctores, una profesora, varias compañeras y algunos amigos me han dicho que quizás el factor emocional es un gatillante de situaciones como las que me toca vivir en estos momentos. Sí, yo creo que es cierto, porque el cuerpo somatiza ene cuestiones. Y seamos honestos, yo tenía rabia guardada desde que se murió mi papá. Era como rabia contra la vida, porque es injusta. Pasan los meses, y uno aprende a sonreir por inercia, más que por sentimiento. Luego, de a poco, te das cuenta que la vida sigue y los que se atesoran son los recuerdos bonitos. Entonces, te empeñas por hacer que los buenos momentos sean muchos, y así vas aprendiendo a sobrellevar la rabia/pena guardada. Luego, cuando pareciera que estás ad portas de un amanecer nuevo, la vida vuelve a sorprenderte con sus injusticias, y te vuelves a enojar con la vida, con lo-que-sea que produce esto, contra la nada incluso. Y así una y otra vez, hasta que ya no es por otros que sufres, sino que es por uno mismo. Es esa la rotura de esquemas que te hace tambalear, caer, girar en círculos, quedar a la deriva. Luego, sales de la burbuja del "yo", como individuo, para cuestionar, dentro de las opciones, cómo se vienen los tiempos futuros; y es ahí cuando te das cuenta que no puedes ceder, que tienes que luchar porque  tienes una mamá y un hermano que no se merecen más pérdidas, que tu vida vale más de lo que siempre le asignaste como valor. Que realmente quieres vivir y soñar un futuro, y que para eso hay que luchar. Decides entonces recoger las lágrimas, la fragilidad, el miedo, la incertidumbre, el dolor, y meterlas a un saco para convertirlas en fuerza, energía, ánimo, esperanza y alegría. Tomar toda esa rabia y liberarla con letras, con bailes, con risas fuertes, no con más rabia. 


Hoy creo que dí ese paso; hoy quizás soy una niña-mujer distinta a la de hace una semana atrás. Lo soy porque decido serlo. Decido ser más mujer que niña, decido ser más fuerte aunque la vida me ponga paredes, decido dejar que la rabia se vaya, decido tomar la vida que me queda -sea poca o mucha- y hacerla plena. Decido creer que de entre tres malas opciones, me va a tocar la de carga más ligera, más llevadera; la que me dé más tiempo. Decido confiar en mí y en mis cercanos a ojos cerrados, pero por sobre todo, decido creer que el viento va a estar a mi favor, y voy a salir de esta como salí de otras antes. 
Decido pelearla con todo, y hasta la victoria siempre.


PD: Gracias, realmente muchas gracias a todas esas personitas que rezan/oran para que esta pesadilla se acabe. Gracias por hacerme sentir que vale la pena dar esta batalla. Infinitas gracias por demostrarme tanto cariño y comprensión. Gracias eternas por no dejarme sola, y por mantenerme de pie, firme y con la vista en alto. Gracias por los abrazos, las sonrisas y las palabras bonitas que son mucho más que palabras. Pero por sobre todo, gracias por ser ustedes, y por permitirme volar cuando me vi sin alas.

1 comentario:

  1. lo mas importane Pali querida que tus alas ya están echas de un muy buen material y eso es lo que eres y lo que tus padres te entregaron... solo debes despegar, como dices tú, y si solo sientes que se cansan solo un poco, todas nos encargaremos de ser esas ramitas de los árboles donde se posan los pajaritos para descanzar y seguir volando... tkm... un abrazo =) y esto te lo escribo porque ya tú sabes mi chica que para mi es más facil =)

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