28 de mayo de 2012

El- Porque.-

El sufrimiento sólo viene cuando buscas evitarlo.
El sufrimiento es optativo.
El sufrimiento es necesario.
El sufrimiento vino para quedarse un rato, pero se va a ir porque no estoy dispuesta a mantenerlo conmigo por mucho tiempo.
El sufrimiento, cuando se vaya, no volverá por los mismos motivos de la última vez.

Porque la vida se vive pa´ adelante.
Porque la vida fue hecha a colores, y tengo muchas cajas de crayones.
Porque cuando la viste negra y pensaste que se te iría, una estrella te la devolvió.
Porque la vida es una escuela a la antigua, con profes medios castigadores, pero puta que aprendes.
Porque nací sin alas, pero pude construirlas; nací sin saber, pero junté todas las experiencias; nací teniendo nada más que esperanza, y no la he perdido nunca; porque me tengo fe y sé lo que soy y puedo hacer.
Porque decidí no condicionarme a nada ni nadie. Porque, en resumen, MI vida la moldeo YO. 


Avanzar sin miedo. Ni un paso atrás.

10 de mayo de 2012

Despegar.

Los doctores, una profesora, varias compañeras y algunos amigos me han dicho que quizás el factor emocional es un gatillante de situaciones como las que me toca vivir en estos momentos. Sí, yo creo que es cierto, porque el cuerpo somatiza ene cuestiones. Y seamos honestos, yo tenía rabia guardada desde que se murió mi papá. Era como rabia contra la vida, porque es injusta. Pasan los meses, y uno aprende a sonreir por inercia, más que por sentimiento. Luego, de a poco, te das cuenta que la vida sigue y los que se atesoran son los recuerdos bonitos. Entonces, te empeñas por hacer que los buenos momentos sean muchos, y así vas aprendiendo a sobrellevar la rabia/pena guardada. Luego, cuando pareciera que estás ad portas de un amanecer nuevo, la vida vuelve a sorprenderte con sus injusticias, y te vuelves a enojar con la vida, con lo-que-sea que produce esto, contra la nada incluso. Y así una y otra vez, hasta que ya no es por otros que sufres, sino que es por uno mismo. Es esa la rotura de esquemas que te hace tambalear, caer, girar en círculos, quedar a la deriva. Luego, sales de la burbuja del "yo", como individuo, para cuestionar, dentro de las opciones, cómo se vienen los tiempos futuros; y es ahí cuando te das cuenta que no puedes ceder, que tienes que luchar porque  tienes una mamá y un hermano que no se merecen más pérdidas, que tu vida vale más de lo que siempre le asignaste como valor. Que realmente quieres vivir y soñar un futuro, y que para eso hay que luchar. Decides entonces recoger las lágrimas, la fragilidad, el miedo, la incertidumbre, el dolor, y meterlas a un saco para convertirlas en fuerza, energía, ánimo, esperanza y alegría. Tomar toda esa rabia y liberarla con letras, con bailes, con risas fuertes, no con más rabia. 


Hoy creo que dí ese paso; hoy quizás soy una niña-mujer distinta a la de hace una semana atrás. Lo soy porque decido serlo. Decido ser más mujer que niña, decido ser más fuerte aunque la vida me ponga paredes, decido dejar que la rabia se vaya, decido tomar la vida que me queda -sea poca o mucha- y hacerla plena. Decido creer que de entre tres malas opciones, me va a tocar la de carga más ligera, más llevadera; la que me dé más tiempo. Decido confiar en mí y en mis cercanos a ojos cerrados, pero por sobre todo, decido creer que el viento va a estar a mi favor, y voy a salir de esta como salí de otras antes. 
Decido pelearla con todo, y hasta la victoria siempre.


PD: Gracias, realmente muchas gracias a todas esas personitas que rezan/oran para que esta pesadilla se acabe. Gracias por hacerme sentir que vale la pena dar esta batalla. Infinitas gracias por demostrarme tanto cariño y comprensión. Gracias eternas por no dejarme sola, y por mantenerme de pie, firme y con la vista en alto. Gracias por los abrazos, las sonrisas y las palabras bonitas que son mucho más que palabras. Pero por sobre todo, gracias por ser ustedes, y por permitirme volar cuando me vi sin alas.

8 de mayo de 2012

A veces...

... la vida es realmente un misterio. A veces, preguntarse los cómo, los por qué, los cuándo es una completa falta de tiempo. Quizás se trate sólo de energías que fluyen. Quizás es necesario que muera gente para que nazcan otros. Tal vez se necesite que gente se enferme para que otros se sanen; quizás todo el misterio está en mantener el equilibrio. 
O quizás... quizás todo esto sea como una mala jugada del destino. Supongo que alguna lección tendré que sacar de acá. Y espero que sea la última vez que la vida me da lecciones tan duras. Estoy convencida que puedo aprender por las buenas.

30 de abril de 2012

No vale la pena...

... cuestionarse aquello que no requiere mayor análisis, y evadir los cuestionamientos de lo realmente importante.
Eso.

28 de abril de 2012

Valentía, parte dos.-

Y tal vez la lección se trate de saber dirigir mis energías a las batallas que realmente valgan la pena luchar. Hoy, hay un nuevo vacío, uno del que tampoco puedo sentirme culpable. Me queda esperar que todo decante, me queda esperar que las heridas se cierren, me queda luchar por mí, para no perderme en pozos sin fondo. Me queda la tranquilidad de haberlo intentado, de haber sido valiente para actuar como mi corazón dictaba. Me queda levantarme, alzar la mirada y sentir, realmente sentir, que algo mejor está esperándome a la vuelta de la esquina.


Dejo que se apague 
todo lo que me hace mal
¡no miro atrás!
y si algo queda,
lo revivo
y lo vuelvo a enterrar...




(Canción de mierda, para de sonar en la tele a cada rato, erís lo peor!)

25 de abril de 2012

Valentía

En conclusión, hoy pienso que hay situaciones que requieren valentía: Levantarse después de caer, perdonar, solucionar, confiar. Sin embargo, nada es más valiente que soñar. 
Para mi soñar es vivir en la incertidumbre, confiando en que todo va a estar bien. Soñar es poder volar sin miedo a caer. Soñar es desear la felicidad; y para que el deseo se haga real, se requiere que seamos valientes: que tomemos la oportunidad y volemos portándola.

Hoy alguien dijo: "si de verdad quieres algo -o a alguien-, debes dejarlo ir... es hora de ser valiente". Pero me pregunto ¿es valiente esperar la derrota? ¿de verdad es más valiente quien se asume perdedor que quien apuesta a la victoria? 

También me hablaron de lo correcto y de lo incorrecto hoy. De lo que es sano y de lo que no. Yo creo que eso es pura metafísica, porque puede que lo correcto sea dañino, y con eso se volvería incorrecto. Asimismo, lo sano puede ser incorrecto; entonces se convierte en lo opuesto. 
Lo correcto se relaciona con el ser consecuente; y el ser consecuente se contradice con la vida misma.

Sumando y sacando cuentas, al final todo lleva a la clásica disputa cerebro v/s corazón, o dicho de otra forma, razón versus emoción. 
Todo el mundo sigue la misma lógica: 
*razón = hacer lo correcto = velar por lo sano, 
y  por ende: 
*emoción = hacer lo incorrecto (o equivocarse; aunque para mí es más bien tomar el riesgo) = hacerse daño o sufrir.

Yo creo que el cerebro es demasiado cuadrado, es mucha estructura y poca improvisación. Atinado, pero infeliz porque no aprende nunca de la experiencia (pues carece de ella). Me siento todo lo contrario, o al menos aspiro a ello.



"Tu corazón es fuerte, ten el valor de hacerle caso", es lo que piensa mi mamá. Estoy segura que es, por lejos, lo más racional, sano y correcto que puedo hacer por mi misma. (¿Aunque sepa que voy a la derrota? Sí, aunque eso lo tenga más que claro, porque no quiero dejar de apostarle a la victoria; eso sería traicionarme sola.)


Hora de decir todo lo que tengo para decir.-

19 de abril de 2012

Recuerdo

Cuánta falta me haces, papá. Te siento en todos lados, te veo en todos mis reflejos, te necesito todos los días. Pienso en ti, en lo que soñaste para este mundo, y me hiere no ser capaz aun de seguir tus pasos. Me duele que no estés para decirme como seguir, ni para darme palabras de aliento.

Cuánto te extraño, Augusta. No hay consejos como los tuyos, no hay risa que se iguale a tu risa. No hay en la vida una amiga como tu. Ciertamente, el saber que no te voy a volver a ver, es la herida más dolorosa de todas; porque la vida se te fue cuando empezabas a vivirla. Porque, como a mi, te tocó pasarlo mal. Porque pese a todo saliste a flote, quisiste ser feliz y hacer feliz a otros.

Cómo extraño ser lo que era cuando los que me faltan aun estaban a mi lado. Cuánta falta me hace respirar sin sentir ese frío en el pecho que me aprieta la garganta.